Las flores de Bach una a una: agrimonia
Rica en taninos, la agrimonia viene utilizándose desde la antigüedad con fines terapéuticos para remediar las mordeduras de las serpientes, frenar las hemorragias y muy especialmente en trastornos hepáticos preparada en infusión.
Estas pequeñas flores amarillas, que se han utilizado como remedio desde antiguo, se han utilizado no solo en infusión sino también como enjuagues para curar las anginas, faringitis y afonías o aplicándola directamente sobre las heridas con función antibiótica.
En el plano anímico esta flor representa la capacidad de afrontar la realidad y los conceptos de alegría, optimismo y objetividad. Pero la otra cara de la moneda es que los individuos representados por la agrimonia son despreocupados aunque interiormente sientan angustia y temor; estos sentimientos nunca se dan a conocer. Muy preocupados por su imagen, las personas de este tipo necesitan sentirse en un entorno de armonía por la que pueden sacrificar sus puntos de vista. De ahí que sean muy sociables y el centro de todas las reuniones. Son buenos amigos y muy buenos enfermos pues se esfuerzan por no preocupar a los demás a pesar de los dolores o molestias.
Sin embargo, este esfuerzo por la concordia y las apariencias siempre les crea estrés y sentimientos ocultos pues difícilmente toman conciencia de los problemas para analizarlos y resolverlos.
La terapia con agrimonia ayuda a reconocer los conflictos y profundizar en los sentimientos profundos. Estimula el análisis y la constancia para no reprimir las experiencias desagradables sino afrontarlas y promover soluciones a partir de su análisis.